sábado, 20 de abril de 2013


¿Qué Significa "Nacer De Nuevo"?

Si está leyendo este estudio y no es salvo, déjeme, de manera breve, indicarle los pasos por medio de los cuales puede usted estar seguro de que es salvo, y pasará la eternidad con Jesús en el cielo. No obstante, antes de subrayar los pasos bíblicos para la salvación, me gustaría definir lo que significa "nacer de nuevo." No todos los cristianos comprenden lo que significa el término "nacer de nuevo." Así que, déjeme explicarle lo que significa "nacer de nuevo" y por qué es necesario para la salvación.
Hablando sencillamente, nacer de nuevo significa que usted se ha arrepentido de sus pecados, y le ha pedido a Jesucristo que entre en su corazón y sea el Señor y Salvador de su vida. En Juan 3:1-7, Nicodemo vino a Jesús y Le hizo una pregunta. Jesús contestó a Nicodemo diciéndole que debe "nacer de nuevo". En Juan 3:1-7 dice:
"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de lo Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo."
 En Juan 3:3, Jesús dijo:
"El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios."
 En Juan 3:7, Jesús dijo:
"No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo."
 En estos pasajes, Jesús dijo a Nicodemo que a menos que naciera otra vez, no podía ver (entrar) en el Reino de Dios (ir al cielo). En Juan 3:4, podemos ver que Nicodemo estaba pensando sobre nacer físicamente a través del vientre de la madre, como está escrito:
"Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar en el vientre de su madre, y nacer? "
 Jesús contestó a Nicodemo diciéndole que Él no le estaba hablando de nacer físicamente a través del vientre de su madre por segunda vez — lo que es imposible —sino, más bien, de nacer espiritualmente. Esto lo podemos ver cuando examinamos la respuesta de Jesús en Juan 3:5-6, que dice:
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, No puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, [nacimiento físico por el vientre de la madre] carne es; y lo que es nacido del Espíritu, [nacimiento espiritual] espíritu es." [Es haber nacido de nuevo por el arrepentimiento de sus pecados y pedir a Jesús que entre en su corazón y sea el Señor y Salvador]. 
"Nacer de nuevo" quiere decir que usted "nace otra vez, o nace de arriba." El término hebreo para "nacer otra vez" es expresado a través de una ceremonia de pasar por una "mikvá." Una "mikvá" es un baño por inmersión. Desde un contexto judío, cuando alguien pasa a través de una "mikvá" o baño de inmersión, pasa por "un cambio de estado." Una persona que ha tenido una "mikvá" no es vista ya más, como si siguiera en el mismo estado, después de haberse completado la ceremonia de la "mikvá" (baño de inmersión). Una vez que se ha llevado a cabo la "mikvá", ha pasado por un "cambio de estado."
Espiritualmente hablando, esto es lo que significa "nacer de nuevo" o nacer otra vez o de arriba. Espiritualmente, cuando quiera que un incrédulo decide arrepentirse de sus pecados y pide a Dios que le perdone, pidiendo a Jesucristo que entre en su corazón y en su vida, haciéndole a Él el Señor y Salvador, se transforma en un "nacido de nuevo." Espiritualmente, cuando esto sucede se experimenta un "cambio de Estado". La persona pasa de ser un incrédulo y pecador que estaba en el camino al infierno y la destrucción, a ser un cristiano a quien Dios ha prometido que estará en el cielo con Jesús por toda la eternidad.